lunes, 28 de septiembre de 2009

Locus amoenus y Paraíso


LOCUS AMOENUS , en latin, lugar placentero. Es un término literario que se refiere a un lugar idealizado de seguridad o de confort. A veces se relaciona al locus amoenus con el Edén, un paisaje ideal.
El locus amoenus consiste en una descripción del paisaje muy, idealizada: entre otros detalles menores, nunca faltan el prado fresco, los árboles frondosos y la corriente de agua cristalina, sea fuentecilla o arroyuelo, y casi nunca están ausentes las aves canoras, la brisa y las flores.
En las obras de William Shakespeare, el locus amoenus es el espacio que se encuentra fuera de los límites de la ciudad. Es allí donde las pasiones eróticas pueden ser libremente exploradas, fuera de la civilización y de esta manera, ocultos del orden social que tiende a suprimir y regular el comportamiento sexual. Es misterioso y oscuro, un lugar femenino, opuesto a la rígida estructura civil masculina.
En la Edad Media también es frecuente su mención. En los Milagros de Nuestra Señora de Gonzalo de Berceo se describe un maravilloso prado lleno de fuentes y verdor.

EL PARAISO BIBLICO , en la versión griega de la Biblia conocida como la Septuaginta (o Versión de los Setenta) los traductores usaron el término “paraíso” (pa•ra´dei•sos) con referencia al jardín de Edén, porque este, evidentemente, era un parque delimitado. Después del relato de Génesis, los textos de la Biblia que hablan sobre el paraíso se refieren a 1) el jardín de Edén mismo, 2) la Tierra en conjunto cuando, en el futuro sea transformada hasta llegar a una condición como la de Edén, 3) condiciones de florecimiento espiritual entre los siervos de Dios en la Tierra, 4) provisiones en el cielo, que le recuerdan a uno el Edén.

Isabel Muñoz
1º de Bachillerato

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