lunes, 7 de junio de 2010

Libros de verano para todos


Bueno, me pide Virginia que le recomiende algún libro para este verano y ahí van algunas recomendaciones. He intentado que haya libros contemporáneos con algunos que resisten al paso del tiempo con dignidad. Podrían ser otros, incluso haciendo yo mismo la lista en distintos momentos, porque éste, el de los lectores, es un mundo muy subjetivo.

Ahí vamos.

Un clásico. El verano pasado me compré Drácula de Bram Stoker. Una edición baratísima de bolsillo. No recordaba haber disfrutado tanto con un libro sobre el que pensaba que lo sabía todo. Os lo recomiendo. Olvidaros de las películas, nada que ver. Además es una novela ágil, contada de forma indirecta a través de cartas, páginas de diarios, alucinante.

Para los precavidos. El año que viene tendréis que leer El amor en los tiempos del cólera de Gabriel García Márquez. Es un novelón. ¿Por qué no empezar este verano? Aunque yo empezaría sin lugar a dudas por Cien años de soledad. Es una de las grandes novelas de este siglo en lengua castellana. No os perdáis la oportunidad de asistir a una de esas historias que nunca se olvidan.

Libros modernos. Ahí van varios:

- La soledad de los números primos de Paolo Giordano. Un libro sobre la identidad. Una curiosa historia de amor entre dos seres extraños, como los números primos, diferentes y sin embargo destinados a (no) entenderse. Una lectura amena y con momentos en los que nos podremos ver identificados.

-La carretera de Cormac McCarthy. Algo ha pasado en el mundo para que un padre y un hijo recorran las carreteras con un carro de la compra lleno de mantas, agua, y armas. Luego podéis ir al cine de verano y completáis vuestro paseo por la narrativa cortante de Cormac McCarthy.

-Tokio Blues de Haruki Murakami. Si te gustó Carta de una desconocida -o si te gusta La soledad de los números primos-, aquí tienes otra novela, actual, sobre el amor y la búsqueda de la identidad, en este caso en el Japón moderno. Además con ella puedes abrirte las puertas del mundo Morakami que está tan de moda.

-Brooklyn follies de Paul Auster. Estados Unidos, un escritor, una librería, una serie de historias que se entrecruzan. La madurez del mundo del escritor norteamericano.

-Catedral de Raymond Carver. En realidad cualquier libro de Carver sería interesante. Son libros de cuentos de uno de los mejores narradores breves norteamericanos de la segunda mitad del siglo XX. Cuentos sobre la cotidianeidad, que no te darán respuestas, más bien te dejarán preguntas que tardarás en responder. Aunque puestos a leer cuentos, por qué no darle una oportunidad al Roald Dahl adulto, al de Relatos de los inesperado. A mí Matilda ya me pareció una joya, pero estos cuentos no tienen desperdicio, tal vez a la altura de los de Saki, otro autor que te recomiendo en formato cuento.

-La reina del sur. No es la última novela de Pérez Reverte, pero quizás es una de sus últimas obras importantes, ágil, llena de argumento y acción. Además, al no ser una novedad la podrás encontrar, como la mayoría de los libros anteriores, en formato bolsillo o en las bibliotecas públicas.

-Yo siempre he sentido debilidad por esta novela, El hereje de Miguel Delibes. Tal vez porque despertó mi simpatías al leer en el instituto El camino. El hereje es una verdadera novela histórica que pone de manifiesto la condición humana. No es tan moderna, pero merece la pena. Palabra de Antonio.

-Y qué tal, Estupor y temblores de Amelie Nothomb. No tiene mucho que ver con Cosmética del asesino, que algunos compañeros han leído este curso. Es en realidad un libro autobiográfico sobre la condición de la mujer en el mundo. Amelie Nothomb nos cuenta sus aventuras y desventuras en una empresa japonesa condicionadas por el hecho de ser mujer.

-Quiero terminar de momento con un libro con el que pasé muy buenos ratos en verano, fue Son de mar de Manuel Vicent. Es un libro sencillo, con una historia muy mediterránea de amor, también muy literaria. No sé si es una gran novela pero disfruté mucho con ella, tal vez eso sí que la convierta en una obra importante, por lo menos para mí.

Prometo segunda parte. Que disfruten ustedes. Y recordar que basta con abrir las páginas de cualquier libro... y luego ya veremos.

lunes, 31 de mayo de 2010

Miguel Hernández

Retórita de un corazón azul de Javier Manrique


ME SOBRA CORAZÓN

Hoy estoy sin saber yo no sé cómo
hoy estoy para penas solamente,
hoy no tengo amistad,
hoy sólo tengo ansias
de arrancarme de cuajo el corazón
y ponerlo debajo de un zapato.

Hoy reverdece aquella espina seca,
hoy es día de llantos en mi reino,
hoy descarga en mi pecho el desaliento
plomo desalentado.

No puedo con mi estrella,
y me busco la muerte por las manos
mirando con cariño las navajas,
y recuerdo aquel hacha compañera,
y pienso en los más altos campanarios
para un salto mortal serenamente.

Si no fuera ¿por qué?... no se por qué,
mi corazón escribiría una postrera carta,
una carta que llevo ahí metida,
haría un tintero de mi corazón,
una fuente de sílabas, de adioses y regalos,
y ahí te quedas, al mundo le diría.

Yo nací en mala luna.
Tengo la pena de una sola pena
que vale más que toda la alegría.

Un amor me ha dejado con los brazos caídos
y no puedo tenderlos hacia más.
¿No veis mi boca qué desengañada,
que incomformes mis ojos?

Cuanto más me contemplo más me aflijo:
cortar este dolor ¿con qué tijeras?

Ayer, mañana, hoy
padeciendo por todo
mi corazón, pecera melancólica,
penal de ruiseñores moribundos.

Me sobra el corazón.

Hoy descorazonarme,
yo el más descorazonado de los hombres,
y por el más, también el más amargo.

No sé por qué, no sé por qué ni cómo
me perdono la vida cada día.

Homenaje a Miguel Hernández

La poesía se abre paso en cualquier tiempo, de cualquier manera. Escucha

miércoles, 26 de mayo de 2010

De cómo terminan las cosas

Queridos alumnos de 2º de Bachillerato. Aquí tenéis el último texto que vimos en clase. Os he puesto el enlace para que podáis acceder directamente al sites y desde allí descargarlo, si queréis, si gustáis, si os apatece.

Vuestro paso por el instituto ha terminado y ahora se abre otra puerta.


Muchachicos, picar sobre la foto, venga, vamos...
http://sites.google.com/site/deslenguados2009/2o-bach-investigacion

jueves, 13 de mayo de 2010

Jaime Gil de Biedma



Nacido en 1929 en el seno de una familia de la alta burguesía castellana, Gil de Biedma estudió Derecho en Barcelona y en Salamanca, donde obtuvo la licenciatura en dicha materia. Su poesía evoluciona desde los primeros poemas intimistas de Las afueras al compromiso social de Compañeros de viaje. Al mismo tiempo es una poesía que evita constantemente el surrealismo y busca la contemporaneidad y la racionalidad a toda costa a través de un lenguaje coloquial, si bien desnudo de toda referencia innecesaria. Verdadero exponente de lo que se suele denominar una doble vida, Biedma desarrolla actividades empresariales (su padre le introdujo en el negocio tabaquero familiar) y al mismo tiempo coquetea intelectualmente con el marxismo y su vida interior queda por completo marcada por su condición de homosexual, circunstancia que, en el seno de su profundo pesimismo, le va a llevar a vivir al límite toda una serie de experiencias íntimas autodestructivas.
Murió a causa del sida en enero de 1990, al lado de su último compañero, el actor Josep Madern. Sus restos fueron incinerados y enterrados en el panteón familiar de Nava de la Asunción (Segovia) donde vivió largas temporadas (incluyendo toda la Guerra Civil) y donde escribió muchos de sus poemas.
Obras
• Versos a Carlos Barral (1952)
• Según sentencia del tiempo (1953).
• Compañeros de viaje (Barcelona: Joaquín Horta, 1959).
• En favor de Venus (1965)
• Moralidades (1966)
• Poemas póstumos (1968)
• Diario del artista seriamente enfermo (1974), memorias.
• El pie de la letra: Ensayos 1955-1979 (1980), Crítica, Barcelona
• Antologia poética (1981) Alianza
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NO VOLVERÉ A SER JOVEN



Que la vida iba en serio
uno lo empieza a comprender más tarde
-como todos los jóvenes, yo vine
a llevarme la vida por delante.

Dejar huella quería
y marcharme entre aplausos
-envejecer, morir, eran tan sólo
las dimensiones del teatro.

Pero ha pasado el tiempo
y la verdad desagradable asoma:
envejecer, morir,
es el único argumento de la obra.



Silvia Dorado y Marina Martínez

lunes, 10 de mayo de 2010

Opinión personal: Sensación de descanso


Yo no puedo ir por ahí diciendo que soy usted, está prohibido. No puedo ponerme su nombre, ni sus apellidos, ni su ropa interior. ¿Que me gustaría ser, no sé, Emilio Botín? Pues me aguanto porque se lo ha pedido otro antes que yo. Además, para ser Botín hay lista de espera. Un día, de joven, me presenté en casa de un escritor al que admiraba y le pregunté si me dejaba ser él. Me contestó que ni hablar, que si creía yo que le habían regalado la identidad. Llevaba toda la vida trabajando para conquistarla y no se la iba a entregar al primero que pasara. Me pareció que tenía mucho mérito, pues si es cierto que todos trabajamos para ser alguien, a la mayoría no nos sale. Es más fácil hacer una fortuna que construirse un carácter medianamente aceptable.
Viene todo esto a cuento de que el otro día tropecé en Internet con la nota de un estudiante que solicitaba ayuda a las personas que hubieran leído alguna obra mía. Tenía que redactar, para la asignatura de Lengua, un trabajo del que dependía que le aprobaran. Me puse a ello y en un rato le hice llegar unas notas con los contenidos fundamentales de mi obra, así como un apunte biográfico que me pareció original y verdadero a la vez. En vez de firmar con mi nombre, firmé como Emilio Botín, sin intentar hacerme pasar por el banquero. Supongo que hay otros emilios botines, pues ni el nombre ni el apellido son excesivamente raros. Luego me fui a la cama con la sensación del deber cumplido. Gracias a ese Emilio Botín digital, un estudiante de literatura no tendría que repetir una materia que quizá le resultara odiosa.
Una semana más tarde, sin embargo, el estudiante se quejó de que le habían suspendido porque el trabajo, según su profesor, era una porquería. Estuve a punto de pedirle los datos del profesor, para escribirle, pero me contuve. Lo curioso es que enseguida se manifestó un Juan José Millás que no era yo ofreciéndose a enviar al chico un trabajo garantizado sobre mi obra (sobre la suya, decía el sinvergüenza). El caso es que con este nuevo trabajo el chico obtuvo un sobresaliente. Por un lado me preocupó que hubiera por ahí un Millás mejor que yo, pero por otro me proporcionó una curiosa sensación de descanso, como si ya pudiera morirme.

Juan José Millás
Domingo 2 de mayo de 2010
La Opinión de Murcia.

martes, 4 de mayo de 2010

Almudena Grandes




Almudena Grandes nació en Madrid en 1960. Tras estudiar Geografía e Historia en la Universidad Complutense de Madrid comenzó a trabajar escribiendo textos para enciclopedias. Tras hacer sus pinitos en el cine en A contratiempo, ganó el XI premio La sonrisa vertical por Las edades de Lulú, novela erótica y llevada al cine un año después, traducida a 21 idiomas. En 1991 publicó, Te llamaré viernes y en 1994, su tercera novela Malena es un nombre de tango, que la consagró definitivamente como escritora. En marzo de 1996, publicó por primera vez un libro de cuentos, Modelos de mujer, donde reúne historias sin lazos entre ellas, aparecidos en diferentes periódicos.
En octubre de 1997, recibió en Italia el prestigioso Premio Rossone d’Oro. Siendo la primera mujer – y española – en recibirlo.

Luego, en 1998 publica Atlas de geografía humana, contando cuatro personajes alternativamente su historia. En 2002 publicó Los aires difíciles, basada en la historia de dos personas que empiezan de nuevo sus vidas en Cádiz.

En 2003 publicó una serie de artículos en El País con el título de Mercado de Barceló, un año más tarde publica Castillos de cartón, una historia en la que la autora regresa al revolucionario Madrid de los 80. En Estaciones del paso, publicada en 2005, recoge cinco historias de adolescentes alocados, que sin saberlo, se convertirán en hombres.

En 2007, en un foro de la Complutense, anuncia la puesta a la venta de su nueva novela, El corazón helado. En 2008 ganó el premio VII Premio de Novela Fundación José Manuel Lara y el premio del Gremio de Libreros de Madrid. En 2007 se estrena la película Atlas de geografía humana. Se reconoce como una defensora taurina, ha participado no obstante como militante de izquierdas.

Adrián Matencio y David Otálora